Mi comentario :
Me encantó esta intervención porque el orador está super claro y se nota que maneja el ejercicio de la política participativa a nivel comunitario tal y como lo planteaba el proyecto chavista en sus inicios, a pesar de haber quedado dicho proyecto en letra muerta (como dicen los franceses, ce projet est est mort - né).
Por otra parte, estoy de acuerdo con lo que plantea : una salida de calle, organizada con disciplina y para un reclamo concreto, en la que se le informe a los ciudadanos cuáles son las consignas y la actitud a observar.
Tiene razón cuando dice que aquellos que deseamos manifestar nuestro descontento no podemos caer en los errores del 11 A de 2002. Como decimos en criollo, después de esa experiencia y de las numerosas experiencias electorales de los últimos años, quienes adversamos a este gobierno ya deberiamos conocer bien nuestro ganado. Ciertamente todo tipo de dispersión de fuerzas o de desvarío les sirve a aquéllos - a la nueva élite política y a los boliburgueses - para alimentar sus tesis de complot y de golpe de Estado.
Si viviéramos en un país democrático, en el que no existiesen milicias urbanas de extrema izquierda (difiero con él en que se trata de grupos fascista. Que se hayan pronunciado en pro de la causa Palestina y en contra del sionismo no quiere decir que sean fascistas), otro gallo cantaría y, vaya con Dios, cualquier cristiano podría sentarse en la acera que guste y ponerse una máscara de Anonymous si ello le place... pero se trata de Venezuela, un país en el que la vida poco vale, en el que el patrón a seguir para ser considerado como socialmente exitoso lamentablemente es el del malandraje y en el que no existen instituciones capaces de asegurarles a TODOS los ciudadanos las garantías y el sano ejercicio de los derechos y deberes que aparecen establecidos en la Constitución (porque el convertirse en revolucionario o en defensores de la revolución, que yo sepa, no forma parte de los deberes consagrados en la Constitución de 1999). Entonces, retomando, muy bien hace este dirigente en advertir que - "l'on marche sur des oeufs " - estamos caminando sobre cáscaras de huevos -y pido me disculpen los paisanos el francismo, pero me parece bastante apropiado-.
Ciertamente quienes manifestaron frente al hotel en Margarita, dadas las circunstancias descritas además de la realidad comprobada sobre la injerencia de los hermanos Castro en la política interior de Venezuela, cometieron una imprudencia. Difiero sin embargo en su argumento de que el equipo de baseball no tenga nada que ver con el gobierno cubano, pues si bien esto cierto, la protesta tiene manifiestamente un carácter simbólico. Protestas del mismo tipo, por ejm, fueron llevadas a cabo por agricultores europeos en contra de los restaurantes McDonald's sin que se contra-argumentara en algún momento que los empleados de los locales que en oportunidades fueron incluso violentados no tenían la culpa de las políticas comerciales asumidas por sus empleadores. Esa técnica, llevada a cabo por los agricultores irlandeses a finales del siglo XIX y antes por los norteamericanos en el s. XVIII, y luego teorizada por el sindicalista - anarquista francés Émile Pouget (en 1911), se denomina Boycott. Sin embargo, vuelvo y repito, el problema está en que ya es tiempo de que los Venezolanos y especialmente los líderes de la oposición asuman y acepten el guión de este gbno. El mismo que se repite una y otra vez desde el 13 de abril de 2002.
En todo caso me emocionó mucho escucharlo, a pesar del momento dramático que atravesamos porque describe una estrategia clara. Por otra parte, el título utilizado "el inicio" define AL FIN las pautas que podríamos seguir para encontrar #lasalida. Ahora bien, no es muy temprano para comenzar a reflexionar sobre el tema de política internacional y económica. "Zapatero a tu zapato"; también la inclusión tiene que ser absoluta y responsable. Los venezolanos que participarán en la formulación de esas políticas deberá ser gente preparada para que el proyecto no se lo lleve por los cachos el Lobby que a nivel mundial ejerce increíbles presiones sobre los Estados para controlar los recursos y la riqueza de un territorio.
Venezuela tiene con qué salir adelante y un potencial humano valiosisimo. Si actuamos con conciencia, con responsabilidad y honestidad y dejamos de ser cómplices de aquellos que se llenan los bolsillos manejando indebidamente las cuentas podremos iniciar la reconstrucción del país. Y preciso dos cosas : primera, esto concierne en menor medida tal vez al que raspó la tarjeta y que está desesperado porque el cupo de CADIVI cada vez es más irrisorio, que al que prestó su nombre para crear una empresa de maletín, pero al fin y al cabo nos concierne a todos; y, segunda, esto va para largo. Como lo dice el compañero, no es sacando a Maduro de Miraflores (porque a la Casona ni siquiera ha podido entrar) que esto se arregla.
Yo estaba dándole vueltas a la cuestión de la división en el seno de la oposición venezolana días atrás para tratar de explicar con razones de peso por qué es que algunos mal llamados opositores radicales consideramos que Capriles traicionó su causa al pretender colaborar con el gobierno. No se trata de una comparación pura y simple y además inválida con las acciones asumidas por la resistencia militar, miliciana y civil francesa pues el contexto y la realidad que aquí se tocan son completamente distintas y de eso estoy completamente consciente como historiadora aunque como venezolana a veces hable movida por la pasión y el sentimiento. A diferencia de la situación a la que tuvo que enfrentarse la resistencia francesa a principios de los años cuarenta, el pueblo venezolano no es un pueblo "attentiste"; no está sentado comiéndose las uñas esperando a ver quién gana la guerra. En primer lugar, porque como el compañero bien lo indica, los venezolanos no queremos un enfrentamiento entre nosotros; estamos claros de que eso sólo le convendría a las cúpulas políticas que ahora detientan el poder y concretamente - no creo que peque de exagerada - a aquellos militares que ya no están en ejercicio pero que todavía ejercen cierto peso dentro de las fuerzas armadas venezolanas y que quizás se sientan incómodos con la presencia del G2 cubano cuya fachada está representada por el poder civil que ejerce Nicolas Maduro. Y en segundo lugar, porque finalmente tal vez si pueda hablarse de un legado del comandante Chávez y éste es el haber despertado el interés de muchos por el ejercicio de la política y el proceso de toma de decisiones, aunque sólo lo hubiese usado como un engaño para hacerse al poder. Es por ello que son tan importantes esos tres millones de chavistas de los cuales el compañero habla. Lo cual me hace recordar la idea expresada por J. J. Rendon de manera un tanto paternalista, con esa arrogancia que a muchos venezolanos nos caracteriza cuando reflexionamos sobre nuestra realidad social, de "adopta un chavista". Un tanto incómoda por cierto si lo que se pretende es conjugar pacíficamente y de manera inclusiva las fuerzas presentes en nuestra escena política. De manera que la solución más bien sería de corte caprilista pero asumiendola a cabalidad y con honestidad : "reconciliate con un chavista". Ahora bien, preciso que para que esa reconciliación pueda llevarse a cabo ese chavista debería quitarse la gorra roja y comenzar a asumir su condición de venezolano. Porque chavista sigue sonando a Castro comunista. Lo mismo con el opositor que siga convencido de que el modelo de democracia norteamericana es el ideal a seguir. Esa estúpida visión bipolar de la política en la que Chávez nos hizo caer borrando las siete estrellas y el caballo indómito de nuestros símbolos patrios es la que nos ha conducido a este estado deplorable de confrontación social. Para que la reconciliacion y la reconstrucción del país pueda llevarse a cabo, creo yo que debemos empezar por recordar lo que significa ser venezolanos.
Gracias por este testimonio y estas pautas que, en mi opinión, deben difundirse y ser discutidas entre aquellos que pretenden apegarse a esta propuesta.
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